Mi gran amigo, Lucas Magnin escribió Cristianismo y posmodernidad. Un día nos sentamos en mi casa para charlar un poco acerca de uno de los capítulos de su libro.
Charlamos sobre las siguientes preguntas:
¿Cuál debería ser nuestra actitud ante las diferentes formas de entender el misterio de lo divino? ¿De qué manera podemos limpiar nuestra mirada de los pre-juicios que tenemos sobre Dios? ¿Cómo podemos invitar a la fe y enseñar la fe en una sociedad líquida? ¿Dónde encontramos el núcleo de nuestra fe entre el ruido, la fragmentación y el hedonismo?