El mensaje del profeta Oseas
una teología práctica para combatir la corrupción
Milton A. Acosta
Reseña
Como teólogo y predicador joven, algunas veces me encuentro entre la espada y la pared. Parece que en América Latina prevalecieran dos extremos: el biblicismo (cuando el Verbo Jesús es reemplazado por la Palabra escrita de Dios) y el progresismo teológico (que menosprecia las Escrituras y el papel de la iglesia en el plan redentor de Dios). No me encuentro a gusto en ninguno de los dos campos. Encontré en el libro de Milton un libro que me habla a mí justo donde estoy.
El libro habla a aquellos que se deleitan en la ley de Yahvé, aquellos desafiados por la revelación escrita de Dios. Habla a los discípulos de Jesús que forman parte de su cuerpo. A la vez, habla a aquellos cristianos que desean entrar en diálogo con la sociedad sobre múltiples temas que preocupan a los cristianos. Habla a aquellos que sienten que la iglesia tiene una vocación profética para denunciar los males de nuestra sociedad, esos que dejan a tantos en la pobreza y la miseria. Habla a aquellos que no quieren ser actores pasivos en una sociedad donde hacen falta el amor, la paz y la justicia del Señor.
En relación a esto, el libro del hermano Milton Acosta anima mucho. Desde un amor por Yahvé y por las Escrituras, con un acercamiento pastoral, Milton acude a la cuestión de la corrupción en América Latina con realismo y esperanza.
Acosta hace un estudio cuidadoso del libro de Oseas, siempre en diálogo con el resto del canon bíblico. Pone un énfasis especial en los Salmos y cómo pueden moldear nuestra oración y formación espiritual en cuanto a la corrupción. Cinco capítulos se tratan acerca de la corrupción en las fuerzas armadas, la justicia, el gobierno y la política, la cultura de la corrupción y la corrupción de los líderes religiosos. El último capítulo es una teología anticorrupción.
¿Qué es la corrupción? Según Acosta, es «la utilización indebida del poder o de una posición privilegiada con el fin de obtener beneficios personales más allá de los legítimamente pactados» (pgs. 129-130). Es importante señalar que, si bien Acosta es doctor en Antiguo Testamento, su mirada y reflexión sobre el pasado lejano arrojan luz sobre la actualidad. Hace bien en señalar que la corrupción en el mundo antiguo no se diferencia mucho de nuestro contexto actual. Por lo tanto, la reflexión teológica respecto al profeta Oseas junto con los demás profetas bíblicos puede enseñarnos mucho.
El libro de Acosta presenta un diálogo multidisciplinario. Tiene una amplia bibliografía en inglés y castellano que demuestra una cuidadosa y profunda investigación del tema.
Es refrescante leer a un teólogo que hace una exégesis profunda de la Palabra que simultáneamente puede dialogar tan hábilmente con los desafíos actuales. En su libro, ofrece varios casos de estudio, muchos de su tierra natal, Colombia. Acosta nos recuerda que no hablamos de Dios, su Palabra o del deber cristiano en un vacío – toda teología es contextual.
Acosta ofrece varias reflexiones sobre la participación política partidaria de los cristianos. Al concluir el libro, ofrece unos consejos prácticos para combatir la corrupción comenzando en nuestras propias iglesias e instituciones religiosas.
El libro de Acosta es un buen punto de partida para personas interesadas en la relación entre el texto bíblico y los desafíos de la sociedad actual. No sólo nos invita a reflexionar sobre la Palabra de Dios sino que también nos enseña cómo fomentar el diálogo entre la intervención de Dios en el pasado y lo que Él está haciendo en el presente a través de su iglesia.
Jonathan Hanegan es licenciado en castellano y teología de Universidad Cristiana de Oklahoma y magíster en teología de la Universidad Cristiana de Abilene. Es misionero de la Iglesia de Cristo Redentor en Buenos Aires, Argentina y coordinador del Taller Teológico Latinoamericano.