La celebración de Adviento

Porque han muerto y sus vidas están escondidas con Cristo en Dios. Cuando Cristo,
la vida de ustedes, se manifieste, también ustedes aparecerán llenos de gloria junto a Él.

Colosenses 3:3-4 BLPH

 
En el Adviento nos preparamos para la segunda venida de Jesús

En el Adviento nos preparamos para la segunda venida de Jesús

 

Según el calendario cristiano celebramos dos eventos principales: la encarnación de Jesús (la Navidad) y la resurrección de Jesús (la Pascua). En la Navidad celebramos el Hombre-Dios que vino a morar entre nosotros para que pudiéramos conocer al Dios Padre. En la Pascua celebramos la victoria de Jesús sobre el mal y la muerte y la esperanza que nos da su resurrección de entre los muertos.

 

El Adviento es el comienzo del calendario cristiano. El uso del calendario cristiano nos ayuda a darnos cuenta de lo sagrados que son nuestro tiempo y entorno que han sido “desacralizados” por el secularismo. De esta manera, participamos en la redención del tiempo y del espacio. En otras palabras, vamos descubriéndonos dentro de una historia que no nos cuentan en el colegio. Reconocemos que estamos en un momento sagrado, en el “entretiempo”, el tiempo entre la resurrección y ascensión de Jesús y su segunda venida.

 

Antes de celebrar la Navidad, celebramos el Adviento. En estas 4 semanas revivimos la espera de Israel pensando en las tres venidas del Señor Jesús:

1.     La venida de Jesús al mundo, la encarnación

2.     La venida de Jesús a nosotros en la Palabra y la Eucaristía, la salvación

3.     La venida de Jesús en el último día, la parusía o su aparición al fin de los tiempos


Celebramos el pasado: la iniciativa y la solidaridad de Dios en la encarnación.

Celebramos el presente: nuestras vidas están escondidas en Cristo Jesús.

Celebramos el futuro: la victoria total de Dios sobre el mal y la muerte.

 

 

Si la vida cristiana fuese una obra de teatro, nos podríamos disponer del siguiente guion:

 

El escenario

 

La historia de la salvación tiene que ver con la unión del cielo con la tierra. Nuestra historia se desarrolla entre este mundo, el cosmos, y la realidad celestial de Dios. Los cristianos nos unimos a la oración de Jesús:

 

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. – Mateo 6:10 (RV60)

 

Lo que vemos en este escenario es el reino de Dios (también conocido como el reino de los cielos en el Evangelio según Mateo) que irrumpe en este mundo. El reino de Dios ya se está manifestándose porque fue inaugurado por el mismo Jesús durante su ministerio.

 

A pesar de que Dios sigue siendo dueño de la creación, el mundo está tomado por los poderes y los principados del mal. Vivimos en un mundo donde pareciera que el mal no ha perdido su poder y donde abunda el pecado y la injusticia. Vamos a hablar más de ellos más adelante.

 

La época o tiempo

 

Jesús entregó su vida para librarnos de nuestros pecados según el deseo de Dios nuestro Padre

para rescatarnos de esta época de maldad en que vivimos. – Gálatas 1:4 PDT

 

Vivimos en el “entretiempo”, en otras palabras, en el tiempo entre la resurrección y la ascensión de Jesús y su segunda venida. Según el Nuevo Testamento, ya estamos en los “últimos tiempos”. Pablo dice que vivimos en una época de maldad (PDT) o este presente siglo malo (RV60).

 

La historia del reino del mal que compite con el reino de Dios en este entretiempo no va a continuar así para siempre. De hecho, sabemos que en la cruz Jesús venció el mal y la muerte (Colosenses 2:15). Por eso ya vamos viendo anticipos de la futura realidad de Dios que irrumpen en el presente. Además de la victoria de Jesús en la cruz, gracias a Isaías y Juan, el autor del Apocalipsis, sabemos que esperamos los nuevos cielos y la nueva tierra donde moraremos eternamente con Dios, gozando plenamente de su presencia que traerá justicia, paz y alegría.

 

Los personajes

 

Si vamos a ser fieles al testimonio bíblico acerca de la realidad, debemos reconocer tres papeles o agencias en este mundo:

 

1.     El Dios Creador, Libertador y Redentor

2.     Los principados y potestades del mal, el satán

3.     Los seres humanos, creación que refleja a su Creador

 

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,

contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales

de maldad en las regiones celestes. – Efesios 6:12 (RV60)

 

Debemos reconocer la batalla campal que se está llevando a cabo en nuestro mundo en este mismo instante. Si no reconocemos la agencia de los principados y potestades del mal, podríamos exagerar el mal que proviene de los seres humanos en el mundo y también podríamos exagerar la esperanza que podría venir de los seres humanos.

 

Sin embargo, nos ubicamos ante un panorama alentador ya que, a pesar de que el mundo esté tomado por las fuerzas del mal momentáneamente. Jesús ya venció el poder de las tinieblas en la cruz y en su resurrección, abriendo las puertas a la nueva creación y a la vida eterna.

 

¿Qué es lo que esperamos?

 

En este entretiempo, ahora esperamos la segunda venida de Jesús a nuestro mundo. Jesús vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Cuando la Biblia habla del juicio de Dios, debemos entender que no siempre se trata de un contexto legal o penal. Mayormente cuando la Biblia habla del juicio final, habla de la revelación de Dios, cuando Dios se manifestará de forma contundente y pondrá todo en orden. Se acabarán las injusticias, la opresión, la pobreza y la enfermedad. Al revelarse Dios, impondrá su reino de justicia, paz y alegría.

 

Dios se acercó a la humanidad en el Huerto de Edén, de nuevo en el tabernáculo, en el templo, de manera muy especial en Jesús, ahora en la iglesia y a futuro de nuevo de manera muy poderosa, en el día final. En el día final celebraremos las bodas del Cordero, la unión de Jesús con su esposa, la iglesia y la unión del cielo con la tierra. Por lo tanto, los cristianos no tememos el día del juicio sino mas bien damos la bienvenida a la vuelta de Jesús y la esperamos con ansias.

 

 

Conclusión

 

Ahora nos encontramos, en una época de mucha maldad, en el entretiempo, vistiéndonos con la armadura de Dios para resistir los ataques del diablo mientras damos testimonio de Jesús quien venció al mal y desarmó a los poderes. Aunque tendremos que padecer por un tiempo más, ya vemos manifestaciones concretas del cielo acá en la tierra. Por eso, esperamos con ansias nuestra resurrección y glorificación y la redención total de toda la creación. Por eso no nos desesperamos cuando vemos tanta maldad e injusticia porque sabemos que, en cualquier momento, llegará Jesús nuestro Salvador.

 

Los cristianos no somos llamados a cambiar el mundo. Somos llamados a dar testimonio al hecho que Jesús ya cambió el mundo y a participar en su redención junto con el Mesías.

 

Fuente: Fleming Rutledge. (2018). Advent: The Once & Future Coming of Jesus Christ. Grand Rapids, MI: Eerdmans.

 

Lecturas para los 4 domingos de Adviento

 

1ra semana de Adviento

 

            Isaías 64:1-9 – anhelando el juicio justo de Dios

            Salmo 80 – suplicando la restauración del pueblo de Dios

            1 Corintios 1:3-9 – esperando la revelación del Señor

            Marcos 13:24-37 – vigilando a la espera de la venida del Hijo del hombre

 

2da semana de Adviento

 

            Isaías 40:1-11 – celebrando el pronto salida del exilio del pueblo de Dios

            Salmo 85 – suplicando la restauración del pueblo de Dios

            2 Pedro 3:8-15a – esperando el Día del Señor en santidad y devoción

            Marcos 1:1-8 – preparándonos para recibir el reino de Dios como don

 

3ra semana de Adviento

 

            Isaías 61:1-11 – anunciando las Buenas Nuevas y llamando al arrepentimiento

            Salmo 126 – celebrando la bondad de Dios para con su pueblo

            1 Tesalonicenses 5:16-24 – regocijándonos en lo que Dios está haciendo en su pueblo

            Juan 1:6-8, 19-28 – dando testimonio de Aquel quien es la luz, Jesús el Cristo

 

4ta semana de Adviento

 

            2 Samuel 7:1-11 – esperando por la promesa hecha por Dios al Rey David

            Salmo 89 – esperando la promesa del linaje de David que será Rey del mundo

            Romanos 16:25-27 – dando gloria a Dios el misterio de la salvación en Jesús

            Lucas 1:26-38 – dando testimonio del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios y Rey

 

 

Lecturas para Navidad

 

            Juan 1; Lucas 1 y 2; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:15-23.

 

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