Dios busca expertos
una poesía de Pablo Alaguibe
El Señor convoca
a las mujeres y hombres que ya saben.
A los que entienden, a los conocedores,
a los que pueden sonreír
confiadamente y opinar,
porque estudiaron mucho sobre eso.
El Altísimo busca especialmente
a los expertos en lo que no les duele.
A los consejeros especializados
en medición de los errores de su prójimo.
A los valientes y abnegados para recetar
el duro pero noble sacrificio ajeno.
Los espera bien temprano y en ayunas,
para pedirles que se ordenen en filita
y así condecorarlos, uno a uno,
con un voleo en el culo
que los mande al Polo Norte.
Después, en una mesa de madera
gastada y sin mantel,
compartirá el Señor un té con leche
con los que saben que no saben,
los que no entienden, ni pueden,
ni encuentran cómo hacer.
Ni siquiera ocupará el Señor la cabecera.
La dejará para Juan Carlos, el albañil
que se declara torpe y burro
pero que tiene el corazón
que Salomón no tuvo,
o tal vez para Laura, que no sabe leer
pero cuida de sus hijas
como Esther lo haría.
Y al fin, pasada la merienda,
volverá el Señor a la cocina
a calentar un poco más de té con leche,
para llevar al Polo Norte
y preguntar si quieren.
- Pablo Alaguibe