La teología sistemática y la vida de Jesús
¿Qué es la teología sistemática?
La teología sistemática es un esfuerzo para sistematizar u organizar las enseñanzas bíblicas acerca de determinados temas. Si bien, los teólogos a lo largo de la historia de la iglesia han escrito sistemáticamente sobre la doctrina cristiana, es más reciente el deseo de ordenar las enseñanzas de una forma tan rígida.
Una de las virtudes de la teología sistemática es que permite ver la coherencia de la fe cristiana, por ejemplo, cómo van de la mano la encarnación de Jesús y su resurrección. Estas enseñanzas luego aportan al entendimiento de los seres humanos, la antropología cristiana.
Una de los vicios de la teología sistemática es que es un acercamiento filosófico y sistematizado que corresponde a un pensamiento occidental más que a la naturaleza o esencia de la revelación escrita de Dios. La Biblia presenta las verdades divinas por medio de diversos géneros, mayormente por medio de relatos que luego toman los estudiosos para volverlos principios y enseñanzas algo abstractas. Cuando divorciamos las verdades bíblicas de su medio de transmisión (los relatos, la poesía, etc.), podemos terminar con enseñanzas carentes de contexto y sentido.
¿Para qué sirve la teología sistemática?
Una de las teologías sistemáticas evangélicas más difundidas en América Latina es la de Wayne Grudem. La obra tiene cincuenta y siete capítulos y divide la teología en siete partes: 1). la doctrina de la Palabra de Dios (teología bíblica); 2). la doctrina de Dios (la teología propia); 3). la doctrina del hombre (la antropología); 4). las doctrinas de Cristo y del Espíritu Santo (La Cristología y la pneumatología); 5). la doctrina de la aplicación de la redención (la soteriología); 6). la doctrina de la iglesia (la eclesiología) y 7). la doctrina del futuro (la escatología).
Grudem escribe que la teología sistemática es «cualquier estudio que responde a la pregunta “¿Qué nos enseña toda la Biblia hoy?” respecto a algún tema dado» (pg. 21). El autor hace hincapié en que su libro no es una teología filosófica ni apologética. También nota que su teología sistemática difiere de la teología bíblica.
La teología sistemática, según Grudem debe tener una aplicación a la vida. «Definir la teología sistemática para incluir “lo que toda la Biblia nos enseña hoy” implica que la aplicación a la vida es una parte necesaria del correcto empeño de la teología sistemática. Por tanto, una doctrina bajo consideración se ve en términos de su valor práctico para vivir la vida cristiana» (pg. 23).
La teología sistemática a veces tiende a sacar conclusiones doctrinales de enunciados que aparecen en las Escrituras antes de los relatos bíblicos. Por ejemplo, Grudem nota que Dios es bondadoso, amor, misericordioso, santo, que trae paz, que es justo y recto, celoso y que siente ira. Sin embargo, no resalta el hecho que Dios también es Libertador, conclusión de la cual requeriría una lectura más narrativa de las Escrituras.
¿Queda corta la teología sistemática para ordenar las doctrinas bíblicas? Si esperáramos conocer a Dios sólo a través de un estudio profundo de la teología sistemática, quedaríamos con un cristianismo muy intelectual pero poco íntegro. Entenderíamos el cristianismo como un sistema de creencias o doctrinas que sí muestra un todo coherente, pero de nada nos serviría la sistematización de la teología si no somos capaces de superar las falencias de la misma.
¿Debe incluir la teología sistemática la vida de Jesús?
Al revisar dos tomos de teología sistemática, encontré algo que tenían un común.[i] Ninguna de las dos obras incluía un análisis y ni siquiera un resumen de la vida y el ministerio de Jesús. Las dos obras trataron la preexistencia de Jesús, su encarnación y luego pasaban directamente a su obra redentora en la cruz.
¿Acaso de la vida de Jesús no arroja luz sobre quién es Dios? ¿Acaso no es necesario entender la vida y ministerio de Jesús para entender mejor la encarnación y la pasión de Jesús? ¿Acaso no sería imprescindible estudiar las enseñanzas, sanaciones y los milagros de Jesús para entender la obra de la iglesia, la segunda encarnación del Mesías?
Una obra de teología sistemática que obvia la vida y el ministerio de Jesús se sostendrá de declaraciones filosóficas o enunciados doctrinales y no se valdría de toda la revelación de Dios.
En América Latina no podemos darnos el lujo de escribir o leer teologías sistemáticas que no ponen a Jesús, (su preexistencia, su encarnación, su vida, su ministerio, su pasión, su resurrección, su ascensión y su segunda venida) en el centro de nuestro entendimiento de la teología.
Wayne Grudem apoyó públicamente a Donald Trump en su campaña presidencial. Luego de cierta indecisión por la inmoralidad de Trump, volvió a apoyarlo con denuedo. En la siguiente nota da sus razones. Sin embargo, no puedo dejar de preguntarme: si Jesús estuviera en el centro de su teología y no en la periferia, ¿actuaría de forma diferente ante la sociedad, ante la política? ¿Llegaría a diferentes conclusiones en cuanto a sus ideas políticas acerca del racismo, la inmigración o la pobreza si tuviera una Cristología más robusta?
¿Cuán valiosa es una teología atravesada por una comprensión de la vida y ministerio de Jesús?
¿Bastan la encarnación y distintas teorías de la expiación para que lleguemos a vivir como Él vivió?
¿Podría provocar cambios reales y contundentes una teología en que la vida de Jesús pasa desapercibida?
[i] Wayne Grudem. (2009). Teología sistemática. Una introducción a la doctrina bíblica. Miami: Editorial Vida. Jack Cottrell. (2013). La fe una vez dada. Doctrina bíblica para hoy. Joplin, MO: Literature and Teaching Ministries.