¿Te gustaría aprender a hablar con Dios?
Los salmos han sido organizados en cinco libros que sirven como espejo de los cinco libros de la Torá. En los primeros cinco libros de la Biblia, habla Dios. Y los cinco libros de los salmos, el pueblo responde a Dios.
Aprendemos a hablar con Dios leyendo los salmos. No se trata de orar con un lenguaje elevado o elegante, se trata de hablar con reverencia, honestidad y vulnerabilidad. Los salmos nos enseñan a adorar, agradecer y también a clamar a Dios. Los salmos están llenos de lamentos y quejas porque ellos también forman parte de la experiencia humana ante Dios. Los salmos no sólo nos enseñan a hablar con Dios, nos enseñan cómo vivir ante Dios, a vivir en su presencia.
El Salterio fue el himnario de los primeros cristianos. Estas poesías hebreas los acompañaron en sus momentos de gran crecimiento, en persecuciones y también en sus alegrías colectivas. Pueden acompañarnos a nosotros también.
Queremos desde el Taller Teológico Latinoamericano compartir un desafío:
leer el Salterio completo en un mes.
¿Para qué?
Para apropiarnos del lenguaje del pueblo de Dios
Para ayudarnos a identificar lo que nos pasa a nivel espiritual y emocional
Para que aprendamos a agradecerle a Dios por su provisión y guía
Para que aprendamos a lamentar las injusticias y tristezas ante Dios
Para que aprendamos a desear a Dios y la vida que nos da
Por esto mismo, sugerimos un plan de lectura, un plan de lectura que tiene muchos años en la tradición cristiana evangélica.
¿Te animás a descubrir a Dios a través de las oraciones y las súplicas de nuestros antepasados espirituales?
Después de meditar y orar las palabras del Salterio, compartí tu experiencia con nosotros.
Para profundizar más en los Salmos, visitá nuestra página sobre el Salterio.