El Salterio fue el himnario de los primeros cristianos. Estas poesías hebreas los acompañaron en sus momentos de gran crecimiento, en persecuciones y también en sus alegrías colectivas. Pueden acompañarnos a nosotros también.
No se escandalicen, mis hermanos
La iglesia es el lugar perfecto para los pecadores, para los hipócritas y para los que aún están habituados a pecar. Es el lugar perfecto para ellos siempre y cuando no pierden de vista la necesidad del arrepentimiento. La iglesia no reúne a personas perfectas o intachables. (Aún no he conocido ninguna hasta la fecha.) La iglesia reúne a las personas que han sido liberadas de la pena de muerte y han recibido, por la gracia de Dios, una nueva oportunidad para vivir en serio.
La gracia cara por Dietrich Bonhoeffer
La gracia cara es el tesoro oculto en el campo por el que el hombre vende todo lo que tiene; es la perla preciosa por la que el mercader entrega todos sus bienes; es el reino de Cristo por el que el hombre se arranca el ojo que le escandaliza; es la llamada de Jesucristo que hace que el discípulo abandone sus redes y le siga.
El Salterio y el canto cristiano
El libro de los Salmos fue el primer himnario del pueblo cristiano. Los cristianos no sólo entonaron salmos sino que también compusieron nuevos cantos para adorar a Dios y hablar acerca de Jesús. Hoy en día las alabanzas se ven empobrecidas porque no han bebido de la fuente de la espiritualidad: los salmos.
Junto con Jesús en camino a la cruz
No digan que es imposible
Un himno de Simeón el Nuevo Teólogo: ¡Busquemos, pues, todos a aquel es que es único capaz de librarnos de las cadenas! ¡Anhelemos a aquel cuya belleza llena de estupor todo pensamiento, todo corazón, que seduce a todas las almas, les da alas para volar hacia el amor, y las suelda y las une con Dios para siempre!
Carta para jóvenes siervos y siervas de Dios
Adolf Eichmann, la Argentina y la cordura
El concepto entero de cordura en una sociedad donde los valores han perdido su significación, también carece de significación. Un hombre puede estar “cuerdo” en el limitado sentido de que no esté incapacitado por sus emociones desordenadas para actuar de un modo frío y ordenado, conforme a las necesidades y dictados de la situación social en que se encuentre. Puede estar perfectamente “adaptado”. Bien sabe Dios que quizá semejante gente pueda estar adaptada aún en el mismo infierno.
Vida en comunidad
El verdadero ayuno
Arrepentimiento no equivale a autocompasión o remordimiento, sino a conversión, a volver a centrar nuestra vida en la Trinidad. No significa mirar atrás disgustado, sino hacia adelante esperanzado. Ni es mirar hacia abajo a nuestros fallos, sino a lo alto, al amor de Dios. Significa mirar no aquello que no hemos logrado ser, sino a lo que con la gracia divina podemos llegar a ser. . . .
La celebración de la cuaresma
Estos 40 días antes de la Pascua nos sirven para arrepentirnos, para decir que lamentamos haber trabajado y esforzado para construir nuestros propios reinos pudiendo haber participado del Reino de Dios. También nos sirven para contemplar la cruz, el amor y la entrega de Jesús por todos nosotros. Y por último, una vez ubicados al pie de la cruz de Jesús, este tiempo nos sirve para buscar vivir plenamente la vida nueva que Dios nos entrega a través de la resurrección.
Tango con Dios
Parábola de la casa
Oración por Marilyn Monroe
El amor al prójimo en una época de individualismo
«Ama» de Gabriela Mistral
Para alabanza y gloria de tu nombre
Caminando con Jesús hasta la cruz
La Cuaresma es una oportunidad para entrar en esa historia y de alguna manera mística, ensayar la historia de la salvación. Es una oportunidad para reconocer nuestra finitud y nuestra pecaminosidad. La práctica de la Cuaresma es sombría, pero en realidad, subyace en la experiencia de la Cuaresma una expectativa prometedora. Somos como prisioneros que están a punto de salir de la cárcel. Somos como enfermos hospitalizados esperando su pronta salida para casa.