La iglesia es el lugar perfecto para los pecadores, para los hipócritas y para los que aún están habituados a pecar. Es el lugar perfecto para ellos siempre y cuando no pierden de vista la necesidad del arrepentimiento. La iglesia no reúne a personas perfectas o intachables. (Aún no he conocido ninguna hasta la fecha.) La iglesia reúne a las personas que han sido liberadas de la pena de muerte y han recibido, por la gracia de Dios, una nueva oportunidad para vivir en serio.
Iglesia y espiritualidad
El desafío de la iglesia hoy no es elegir entre ser una iglesia “espiritual” o una iglesia “trabajadora” como si lo “espiritual” quedara simplemente en la contemplación silenciosa de Dios y su Palabra. El desafío de la iglesia hoy es saber aferrarse a Jesús, acercarse a Él en silencio y oración contemplativa para luego, con valentía y osadía, salir al mundo en que vivimos con los brazos abiertos y con palabras de amor y esperanza.
La iglesia de los pobres
Los cristianos y la praxis
El imperialismo teológico
Los cristianos, el estado y Santiago Maldonado
A mí, personalmente, como cristiano, me preocupa el paradero de Santiago Maldonado. También me preocupa la indiferencia de muchos cristianos que continúan como si nada hubiese pasado. Si servimos al Dios de Jesucristo que ama, cuida, sana y restaura a los pobres y marginados, que exalta a las mujeres y a los niños, que pide justicia y levanta su ira contra la injusticia, debemos evitar la indiferencia. Porque la indiferencia, a fin de cuentas, sólo colabora a los opresores.
Acerca de las futuras conversiones
«Estas desigualdades injustas, estas masas de miseria que claman al cielo, son un antisigno de nuestro cristianismo. Están diciendo ante Dios que creemos más en las cosas de la tierra que en la alianza de amor que hemos firmado con Él, y que por alianza con Dios todos los hombres debemos sentirnos hermanos.»