Mi deseo es que Jesús puede estar en el centro del quehacer teológico de los cristianos de América Latina. El estudio de la teología no es sólo para aquellas personas que quisieran ser profesores de teología, pastores, ministros o maestros – es para todos, hombres y mujeres que desean profundizar en los misterios de Dios para poder participar en la naturaleza divina en esta vida y para la eternidad.