Para alabanza y gloria de tu nombre

Oraciones de Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino, 1225-1274

Santo Tomás de Aquino, 1225-1274

Concédeme, Dios misericordioso,

desear ardientemente lo que te agrada, 

investigarlo con prudencia,

reconocerlo verazmente,

cumplirlo con perfección,

para alabanza y gloria de tu nombre. 

 

Ordena mi estado,

y dame a conocer lo que quieres que haga; 

dame ejecutarlo como se debe

y como conviene para la salvación de mi alma. 

 

Que mi camino hacia Ti, Señor,

sea seguro, recto, agradable, 

y que llegue a término

sin fallar entre lo próspero y lo adverso:

para que en la prosperidad te dé gracias,

y en la adversidad conserve la paciencia,

de tal modo que en aquélla no me exalte

ni en ésta me deprima. 

 

Que no me goce ni me duela de nada

sino de lo que lleva a Ti o aleja de Ti. 

A nadie desee agradar o tema desagradar sino a Ti.

Que todas las cosas transitorias se me hagan viles por Ti, Señor, 

y que todas tus cosas me sean queridas, 

y Tú, Dios mío, sobre todas las cosas. 

 

Que me fastidie todo gozo sin Ti, 

que nada desee fuera de Ti. 

Que me deleite, Señor, todo trabajo por Ti

y tedioso me sea todo descanso sin Ti. 

Concede que mi corazón se eleve a Ti con frecuencia,

y que en mi flaqueza medite dolido,

con propósito de enmienda. 

 
 

Hazme, Señor Dios, obediente sin contradicción,

pobre sin falta, casto sin corrupción,

paciente sin murmuración, humilde sin fingimiento,

alegre sin disipación, triste sin abatimiento,

maduro sin pesadez, ágil sin liviandad,

temeroso de Ti sin desesperanza, veras sin duplicidad; 

concédeme hacer el bien sin presunción,

corregir al prójimo sin altivez,

edificarlo con la palabra y el ejemplo sin disimulo. 

 

Dame, Señor Dios, un corazón vigilante,

que ningún pensamiento curioso aleje de Ti. 

Un corazón noble,

que ningún afecto indigno rebaje.

Un corazón recto,

que ninguna intención siniestra desvíe. 

Un corazón firme,

que ninguna tribulación quebrante.

Un corazón libre,

que ningún afecto violento reivindique para sí. 

 

Concédeme, Señor Dios mío, 

una inteligencia que te conozca,

un amor que te busque,

una sabiduría que te encuentre,

una vida que te agrade,

una perseverancia que espere confiada en Ti,

una confianza que al fin te alcance. 

 

Fuente: Rafael Tomás Caldera y Carlos Augusto Casanova. (1997). Oraciones de Santo Tomás de Aquino. Caracas: Editorial Ex Libris.