¿Cuál es el compromiso de la iglesia con el mundo?
Los pobres son invitados al banquete de François Vidil y las comunidades cristianas Mafa
“Predicamos un mensaje que llama a los hombre al arrepentimiento y a la nueva vida en Cristo. Nuestros sermones y tratados piden a los borrachos que dejen el alcohol, a los ladrones y delincuentes que dejen la mala senda, a los hijos desobedientes que respeten a sus padres. Prometemos a los neuróticos que encontrarán paz espiritual y a los desequilibrados psíquicos que hallarán la fuente de la tranquilidad. ¿Y qué dice nuestro mensaje a los explotadores de los indios, a los capitalistas abusivos, a los policías venales y corruptos, a los políticos sucios? ¿De qué se tienen que arrepentir los “bueno muchachos” (es decir los “jóvenes ricos”) de nuestras iglesias? ¿No es un pecado, o la manifestación del pecado, esa indiferencia cómoda ante el sufrimiento de las masas de nuestro continente o de ciertos sectores olvidados? Se han puesto de moda los “desayunos presidenciales” y las reuniones con autoridades. ¿Han alzado alguna vez los evangélicos una voz profética en ellos? ¿No estamos más bien procurando granjearnos las riquezas y privilegios de corazones no arrepentidos entre los poderosos, garantizándoles que el Evangelio producirá obreros que no hagan huelga, estudiantes que canten coritos en vez de pintar paredes con lemas de lucha social, guardianes de la paz al precio de la injusticia? No nos extrañe entonces que aquellos corazones sensibles al dolor de nuestro pueblo, a la miseria, a la injusticia, en vez de ser agitados por el mensaje revolucionario de Cristo que cambia el corazón más negro, se vayan tras los agitadores de cualquier ideología de moda. No nos extrañe entonces que en ciertos países tantos jóvenes evangélicos se hayan hecho guerrilleros y no quieran saber nada más con la Iglesia. ¿Sobre quien caerá la sangre de ellos? ”
A continuación, les dejamos la ponencia de Samuel Escobar, La responsabilidad social de la iglesia. Fue presentada en el Primer Congreso Latinoamericano de Evangelización (CLADE I) realizado en noviembre de 1969 en Bogotá, Colombia.